Durante este primer año de Terapia de Síntoma he tomado práctica en la canalización de información. ¿Qué es una canalización o canalizar información? Significa abrir canales de recepción a través de nuestro cuerpo sutil para recibir información que se encuentra encriptada de otra manera que no es la materia o los pensamientos en su forma cognitiva. Es decir, sé que algo es caliente porque siento con mi cuerpo su temperatura. Sé que algo se llama árbol porque aprendí a relacionar esa palabra con un objeto, imagen o su esencia conceptual. Pero el ambiente está lleno de distintos tipos de información que no pasan por el cuerpo físico o por procesos cognitivos, y a veces, podemos interpretar ésto.
Esa información que llega puede venir de otras dimensiones y otras entidades. Cuando «descargamos» los datos, lo interpretamos en nuestra mente, con los alcances de nuestro lenguaje, bagaje, conocimientos, vibración, emociones, etc. Pronto escribiré más detalladamente sobre esto.
Pero quiero compartir que, aprendiendo a leer archivos akáshicos de manera más formal y tratando de ayudar a personas a sanarse, pasé por tres casos similares en este año, con consultantes cercanas que, en un voto de confianza, hicieron el experimento conmigo. Después supe que esa técnica existe cuando se ejercita lo suficiente o cuando la personas tienen el don de hacerla. Se trata de ir a vidas pasadas a traer algo de información de ellas a la vida presente. En estos casos, ayudaba a estas consultantes a conciliarse con su don espiritual: videncia, manifestación y conjuro, que habían sido sus herramientas en otras vidas.
En los tres casos, seguí las instrucciones de los cuatro arcángeles que invoco durante las sesiones y de mis guías. Hice una limpieza de aura y de chakras, como lo hago por protocolo, e hice el proceso de apertura de archivos. Los archivos de vidas pasadas se me presentan como imágenes e información que me llega, como si me transfirieran la información completa de la imagen que estoy viendo. Pero cuando lo intencioné para traer algo que conciliara el don, apareció la información del registro como un mapa, como un mapa en 3d con información encapsulada en su topografía. Y el mapa era espacio-emocional. Ojalá algún día pueda hacer una representación material de ello.
El de una consultante, por ejemplo, desplegaba su vida como curandera en algún lugar tipo selva, no tengo idea de la época. Era una curandera que se conectaba al espíritu de la naturaleza, sabía comulgar con las hierbas, flores y animales. En esta vida, por cierto, la herbolaria ha sido una de sus principales herramientas. Vi algunos detalles como su cuestionamiento por conocer otras culturas, porque si podía hablar con el espíritu de la Tierra, sería interesantísimo compartirlo con otras personas. ¿Tendrían las personas otras lenguas?, era algo que se preguntaba. Esta persona, en esta vida estudió la licenciatura en Letras y su vida ha estado en la gestión cultural y el mundo editorial. Como curandera, usaba un collar donde colgaba algo. Tomé el collar consagrado desde el mapa-registro akáshico, y traje su energía a uno de sus chakras para activar el don en la parte del valor.
Si quien me lee ha usado alguna vez una computadora con USB, CD y Floppy, sabrá que cada dispositivo tiene una forma distinta, y una capacidad de almacenamiento distinta. Era casi imposible guardar un video en un floppy. Algo parecido ocurre con la carga energética, kármica, condensada en objetos que fueron materiales, pero cuya memoria y carga permanece en nuestra alma y se puede reactivar según el chakra (puerto de entrada en el cuerpo sutil) donde se coloque.
Yo seguí instrucciones y una de mis guías me dijo: esto es un Blue print espiritual. Me pareció bonito el término, pero no entendía que era un blue print porque me sonó a un proceso de impresión de gráficos. Los resultados de esos primeros tres casos de metodología canalizada fueron dando resultados palpables. Cuando estudié poco después registros akáshicos, supe que la técnica era posible, con vidas pasadas y futuras viables. Y que los blue print son planos para construcción, por lo tanto, son como los contornos ideales de algo a construirse. Y le encontré sentido a lo que pasó con esos primeros casos.
La sanación de dones y la manifestación de la misión de vida (porque después de estos casos he aplicado esta técnica a otras situaciones) se recurre a ver cuál es el ideal de tu avatar encarnado (avatar es el personaje que hoy tu alma está jugando a ser) y recurrimos a la memoria de tu alma para saber cómo llegar a este horizonte, en caso de que algo te esté costando trabajo por resistencias, polución energética, hábitos del pensamiento, obstáculos del cuerpo emocional, por mencionar algunos factores. Se trata de algo así como mirar la copia del contrato que firmaste antes de encarnar y contrastarlo con el trabajo que has hecho hasta ahora. Desde luego, hay ejercicios que hacer para que esto que se ha sembrado, se active. Como si al poner el archivo del CD en la computadora, tuvieras que aceptar el mensaje de «reproducir contenido».
Por otro lado, los mapas que menciono también se exploran, se les pide información, se intervienen. He ido aprendiendo y sigo estudiando, cómo funciona la información en distintas dimensiones y cómo los seres humanos estamos habituados a algunas, y no tanto a otras. Estos mapas condensan información en distintas dimensiones y mi mente logra interpretarlas con su alcance. Y es mi intención seguir experimentando con ellos.

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