Los ángeles son seres que emanan de la energía divina creativa, de la Fuente, para servir de mensajeros entre distintas dimensiones y los seres que habitan en ellas. Según el grado de inmediatez a la Fuente (coloquialmente llamada Dios) tienen funciones específicas y mecanismos de comunicación que pueden variar. Es por ello que se habla de Coros Angelicales, de una jerarquía que más que orden de poder, responde a las formas de comunicación posibles entre la Fuente y los seres, es la forma de organización de la luz que los conforma.
Se conocen tres grupos, cada uno, con tres especies distintas. Sus virtudes y formaciones han dado lugar a diversas interpretaciones poéticas en la cultura.
Primer orden. El más cercano a la Fuente.
- Serafines. Son brotes directos del fuego de la Fuente, de su amor Divino, hacen que su flama circule y se mueva.
- Querubines. Guardan y transmiten la certeza del amor Divino a través de lo que inteligimos como conocimiento.
- Tronos. Su energía es un espiral de fuego en movimiento, mantienen viva la voluntad de acercarse al fuego de la Fuente.
Segundo orden. Intermedios entre la Fuente y los seres encarnados.
- Dominaciones. Transmutan el amor en misericordia, para el mismo orden de estos mensajeros y los seres que se acercan a ellos.
- Virtudes. Inspiran y crean milagros, llevan la luz de la Fuente cerca de los seres para incentivar su acercamiento a lo Divino.
- Potestades o Poderes. Interceden para conservar la armonía en los distintos órdenes de los seres en sus experiencias (humanos, por ejemplo) y la luz de la creación.
Tercer orden. Los más cercanos a la experiencia humana.
- Principados. Ejercen como guías, sobre todo, en posiciones de liderazgo. Dan «empujoncitos» para decisiones que se orientan a la armonía con la Fuente.
- Arcángeles. Son mensajeros de las misiones Divinas para con los seres encarnados, orientan a los ángeles, tienen vocaciones específicas sobre cómo llevar el fuego divino a los seres: la fuerza, poder, inspiración, por ejemplo.
- Ángeles. Son guardianes de los seres en sus experiencias, son los más cercanos a los humanos, orientan, protegen y dan mensajes.
La presencia de estos seres puede percibirse en las meditaciones, en señales específicas para cada humano, en momentos de encrucijadas, o en invocaciones que hacemos para contactarles. Su presencia se manifiesta como paz, esperanza o certeza, nuestro Yo superior se contagia del amor Divino del cual son portadores y nos conforta espiritualmente.


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